jueves, 30 de octubre de 2008

Los dos hijos - Ambrose Bierce


Un hombre tenía dos hijos. El mayor era virtuoso y obediente, el más joven perverso y taimado. Cuando el padre estaba por morir, los llamó ante él y dijo:
—Sólo tengo dos cosas valiosas: mi rebaño de camellos y mi bendición. ¿Cómo los distribuiré?
—Dame tu bendición —dijo el hijo más joven—, porque puede reformarme. Si me dieras los camellos, seguramente yo sin duda los vendería y malgastaría el dinero.
El hijo mayor, disimulando su júbilo, dijo que trataría de contentarse con los camellos y un recuerdo piadoso.
Todo se arregló según lo hablado y el hombre murió. Entonces, el perverso hijo más joven se presentó ante el cadí y dijo:
—Mira, mi hermano se ha apropiado de mi herencia legítima. Es tan malo que nuestro padre, como todo el mundo sabe, le negó su bendición; ¿es verosímil que le haya dado los camellos?
El hijo mayor fue obligado a entregar el rebaño y fue correctamente apaleado por su rapacidad.

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