martes, 25 de noviembre de 2008

La confesión de un verdadero crímen bibliográfico - Selva Hernández


Una historia que nadie me cree

Una vez, cuando estábamos a la cacería de ex libris en las librerías de Donceles, Mercurio y yo encontramos un ex libris debajo de un ex libris debajo de un ex libris debajo de un ex libris debajo de un ex libris. Cada uno de los dueños de esa colección de libros —no tome la ficha, pero eran enormes tratados de arquitectura italiana del siglo XVIII, profusamente ilustrados con grabados calcográficos— puso su sello para desautorizar al propietario anterior. 

No puedo saber si alguno de los cuatro propietarios que pegaron su marca sobre otra pensó en que en el futuro, una vez perdida la propiedad del ejemplar —muerte, robo, venta, quién puede saber—, un nuevo propietario pondría su orgulloso sello y que éste sería nuevamente tapado. Y que, finalmente un par de coleccionistas sin escrúpulos despegaran cada una de las marcas hasta llegar a la última, fuertemente adherida sobre una hermosa guarda del dieciocho italiano.

No hay comentarios.: