domingo, 20 de diciembre de 2009

Memoria - Javier Arnau


Llévate mi memoria, y utilízala como mejor te convenga; he estado desaparecido, disperso entre las ambigüedades que conforman mi existencia, y la linealidad de la mente que preservaba mi espacio hizo inútil la acumulación de recuerdos. Recopilé en una pequeña singularidad de espacio tiempo retazos, segmentos de lo que podía haberse considerado mi vida, en caso de realmente haber vivido. Luego la expuse a pública atención en los confines de reminiscentes estadios de materia y energía, de masa y espectro, de sombras y reciedumbre; y entonces apareciste tú, y con la ganalura de tus matrices, atraíste sus ambivalencias hacia el entorno probabilístico de tu órbita.

Quédate con la evocación de mis esfuerzos por construir una historia coherente con la fluctuación de la materia en este loco universo de expectativas desquiciadas, y rellena sus huecos como mejor te sea posible, antes de que la nada, la ruptura de sus artificiales sinapsis, ponga un aureolado fin a su programación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muchas veces aunque intentemos poner una ahureola de buen augurio no damos por asentado la capacidad de las abversidades que to aquello conyeva y cuandosi por casualidad nos damos cuenta apenas se consigue llegar a un buen entendimiendito.saludos