martes, 28 de mayo de 2013

El impermeable y Paris - Ana Caliyuri


Y aún guardo el viejo impermeable, esa prenda gastada por el tiempo. Tan gastada está la pobre, que el color de la tela, entre gris y marrón, se ha tornado un matiz indefinible tornasolado. ¿Para qué guardas semejante antigüedad?, preguntan los que pasan por el guardarropa; yo no puedo decirles el secreto. Los secretos son algo que se guardan en las profundidades. De todas formas, es un nimio secreto relativísimo. También reservo entre mis pertenencias algo que no está visible. Como sea, algún día explicaré el camino de los sueños. En principio hay que soñar fuertemente; luego hay que remar el sueño, amarlo y acariciarlo. Siempre he pensado que hay prendas destinadas a sublimes momentos.
Reservar prendas de ensueño, es algo similar al sentido que tiene para algunas personas guardar la ropa que fue de la primera comunión o del cumpleaños de quince o casamiento.
Mi impermeable, es para mi sueño lejano, mi “déjà vu ” moderno. Con él danzaré en París bajo la lluvia. La faz más burda y más tierna de soñar un sueño despierta. Después de todo,un viejo amigo, el de una antigua vida, que tal vez conozco o no, dicen que danza bajo la lluvia, con un pilotin de ensueño como el que yo guardo aquí.

Sobre la autora: Ana Caliyuri

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