domingo, 21 de septiembre de 2014

Antiguo aforismo – Ana Caliyuri


Ella pensaba que algún día la mandaría a llamar Herácito, Sócrates o Platón para felicitarla. Había visitado varias veces el mentado Templo de Apolo en Delfos donde rezaba la inscripción: “Conócete a ti mismo” atribuido a varios sabios antiguos. Eufemismo puro; en verdad nunca conoció tal lugar pero si descubrió lo mejor y peor de sí misma. Ella era un trozo de fragilidad envuelta en silencios y un retazo de fortaleza labrada por fuego antiguo. En definitiva esto de conocer la balanza que pesa dentro de uno mismo es trabajoso. Pero conocer los propios límites y la ilimitada ignorancia es todo un desafío. El reto de saberse ignorante, aún diezmando esa condición cada día, es una de las tareas más difíciles. Hay menesteres factibles de ser aprendidos y aprehendidos, pero el tiempo es finito para cada uno de nosotros: guerreros anónimos de ideales perdidos. Sin embargo, ella a fuerza de soñar siguió pensando que algún día la mandarían a llamar para reconocer en sus zapatos ese antiguo aforismo.

Acerca de la autora: Ana Caliyuri

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