lunes, 18 de agosto de 2008

El origen del nombre del Río Sarmiento - Ricardo Manuel Ganso


Habiendo llegado a la isla, en el delta del Paraná, el Brigadier Juan Manuel de Rosas se bajó de su chalupa acompañado de varios funcionarios y de tres mazorqueros que, muñidos de facones, degollaban a los mosquitos que se acercaban a la comitiva. Llegaron hasta el patio de la casa del gaúcho brasileño Apolonio dos Cientos Diez y llamaron golpeando las manos. (Llevaban al negrito Simón con ellos y le dieron un palazo en los nudillos.) Al escuchar el terrible alarido de Simón, Apolonio salió del rancho. Segundos después se escucharon feroces ladridos.
—¿Qué es eso? —inquirió el Restaurador.
—No se preocupe, es mi ropero —contestó Apolonio.
—¿Tenés un ropero que ladra? —preguntó Rosas asombrado.
—¿Y qué querés que haga un grupo de ropes? ¿Que silben el tango La Cumparsita? —ironizó Apolonio—. Y ya le dije que no se preocupe; están atados. ¿Qué lo trae por acá, mi Brigadier?
—Vengo a cobrarte personalmente los impuestos. El recaudador, acá presente, dice que hace dos días que no pagás, che.
—Es que no me quedó ni un patacón después de pagar el rescate de mi cabra. Un grupo comando de los salvajes unitarios la tenía secuestrada. Ya sabe como es esto de la inseguridá en el Gran Buenos Aires. A mi vecino, Clemente Bovino, le chorearon la vaca en la mesma esquina de la comesaría —se disculpó Apolonio—. Pero puedo pagarle con animales, que es lo único que me queda.
—Bueno, dame una patada —se resignó el Restaurador.
Don Apolonio estiró hacia atrás su pierna derecha luego de limpiarse la punta de la bota en la bombacha (pantalón bombacho) y dijo: —Si usted lo pide; dese vuelta.
—No, no... —lo corrigió Rosas—, una patada, un conjunto de patos, por lo menos cuatro.
—Tengo sólo tres —ofreció Apolonio.
—Acepto —dijo el Restaurador, mientras le hacia señas a un mazorquero para que se encargara de las aves—. Vayamos por el puente a la isla de enfrente —le dijo a su secretario— que ahí hay otro moroso.
Llegando a la cabecera del puente, el secretario le advirtió a Rosas: —Del otro lado está cortado. En esta isla están construyendo dos fábricas de pastas frescas y los de enfrente se oponen. Quieren seguir comiendo pasta casera, como los ravioles de doña Dominga de Bonavena. Cortaron el puente para protestar. Mire, desde acá se ve el cartel. Dice: NO A LAS PASTERAS. Se reúnen en asambleas y el líder es Domingo Faustino Sarmiento, que vende los tallarines que su madre amasa en la casa. Ayer repartió panfletos con la leyenda "¡BÁRBAROS, LAS FIDEAS NO SE MATAN!"
—¡Já! —exclamó el Restaurador—, me río de Sarmiento —y avanzó sobre el puente echando mano a la empuñadura del sable. El sordo Toscanini, cartógrafo oficial allí presente, anotó en su mapa "Río Sarmiento", creyendo que esa era la voluntad de Rosas. Y así quedó.

11 comentarios:

Salemo dijo...

Muy divertido el relato. Eso sí, tanto el estilo como parte del nombre me resultan conocidos, pero no hay que confiar mucho en lo que a mí me resulta.
Saludos.

Anónimo dijo...

Salemo: Sigo sus instrucciones y no confiaré en usted, pero debo preguntar. ¿Qué es lo que reconoce en el estilo y parte del nombre?

Salemo dijo...

Quizás sean ideas mías, suelo delirar,pero me suena el nombre Ricardo, me coincide la inicial del apellido, dudas con el segundo nombre, el estilo es semejante a un conocido escritor de un taller literario del que soy miembro ( no prominente)y casualmente han contestado a distintos comentarios míos en distintos lugares dos Ricardos, o uno, no lo sé.
Reconozco, eso sí, que internet se presta para confusiones y , como tantas veces, esté equivocado.
Saludos.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Salemo: Ricardo Manuel Ganso existe como persona individual, no es un alter ego de RGG. Tomate la pastillita para la memoria porque otra vez te olvidaste de tomar la pastillita para la paranoia. Pero por las dudas te tranquilizo: Parkinson y Alzheimer te persiguen, pero por ahora no te alcanzan.

GvH

Anónimo dijo...

Efectivamente, Ricardo Manuel Ganso es mi nombre real. Esta es la primera vez que me publican algo (quizás haya otra en breve). Pero debo preguntar quien es RGG para ver si es cierto que tengo un estilo parecido. Es muy importante para mí saber esto, pues sería el primer indicio de que tengo un estilo 8-)

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Ricardo Germán Giorno (o Ricardo Giorno, eso depende de qué mañana se trate) es un asiduo participante de cuanto espacio se ofrezca para que él introduzca sus cuentecillos. También es asiduo del Taller 7. Si querés comparar estilos bastará con que pongas su nombre en el buscador y aparecerán cosas de él. De todos modos, las razones de Salemo para haber hecho el comentario anterior creo haberlas aclarado.

GvH

Salemo dijo...

Esos dos señores que nombra Sergio, creo que ya me alcanzaron.
Disculpe señor Ricardo Manuel Ganso (oriundo de Lincoln, según investigué, aunque algo tarde).
Y aunque he sido rechazado de dos geriátricos,y un neurosiquiátrico, dejo abierta la posibilidad de que en realidad ambos Ricardos sean la misma persona, aunque crean ser dos, tengan distintas edades y vivan en distintos lados. Los misterios de la paramnesia reduplicativa.

Anónimo dijo...

De acuerdo, Sergio. Ya te había entendido. Sólo es curiosidad. Además, las iniciales RG ya me las copió Ricardo Güiraldes :-) Leí un breve no tan breve de Giorno. Buscaré más.

Olga A. de Linares dijo...

Por suerte yo soy tan despistada que nunca hubiera trazado paralelo alguno con el benemérito Ricardo Giorno, sobre todo porque en ninguna parte se habló de pizzas. Así que zafé de la confusión que aquejó a Sale. Y por lo tanto puedo decir lo más tranquila que me encantó el cuento, y que espero que don Ricardo Manuel Ganso siga aportando cosas tan divertidas como esta aclaración histórica. Aunque ya no produzca secuelas igualmente divertidas en el sector de comentarios.

Anónimo dijo...

Olga: Gracias por lo que hay de elogio en sus palabras. Con respecto a que no produzco secuelas divertidas en los comentarios, le diré que eso depende del día. No tengo "ocurrencias" todo el tiempo, como quisiera. Alguna más habrá, si logro darle forma de relato breve digno de ser publicado. (Que no me resulta fácil.)

Anónimo dijo...

hola esta bueno te feicito