viernes, 26 de septiembre de 2008

En la ciudad vacía - Lewis Shiner


En la ciudad vacía, suenan los teléfonos. Contestan las máquinas.
—Para dejar un mensaje, por favor, marque el “uno”. (Pausa). Gracias por su interés.
—Por favor, escuche todo este mensaje porque las opciones han cambiado.
Los ordenadores están llamando a las grandes empresas de Internet para demandar cortinas nuevas para sus talleres; están encargando videos y éxitos clásicos; están reenviando los e-mails más graciosos. Prosperan los negocios en la ciudad vacía.
Las casas resuenan con la risa de las comedias de la televisión. Todas son reposiciones, todas son los programas preferidos.
Las carreteras de la ciudad están llenas de coches, camiones, todoterrenos. No se mueven, como siempre.
Hoy el aire es un poquito más fresco que ayer. Por un momento, el sol casi rompe las nubes.
En un callejón de la ciudad vacía, una paloma de luto arranca un poco de piel humana para llevar a su nido.