miércoles, 27 de octubre de 2010

Vivencia - Carolina Fernández Gaitán


Por intuición siempre evitaba pasar, había algo que me llevaba a sospechar de ese sitio. Sabía de gente que traspasó umbrales del tiempo camuflados en roperos, cuadros, portales y demás. En todos los casos perdieron la perspectiva y lo que según para ellos había transcurrido en horas, días y hasta años, al regresar descubrían que aquí sólo representaba unos minutos. Pero entré, prácticamente fui arrastrada. En un comienzo me sentí perdida, eran tanto los colores, los amores, los pasados, los futuros, los presentes, los amigos, enemigos, los sonidos, los fantasmas que encontré; que creí colapsar. Lentamente fui relajándome y con la calma llegó el placer. Me enamoré de un ingeniero belga que resultó ser primo lejano de la esposa de mi hermano no reconocido por parte de mi padre. Me sumé a una Fundación de Defensa y protección al bicho bolita, con la que realizamos maravillosos trabajos. Me reconcilié con mi ex de la adolescencia. Escribí una antología completa de textos inéditos. Hice un millón de amigos, descubrí secretos insospechables , me porté mal, me porté bien , gané dos premios, perdí cuatro , lloré y reí todo en exactamente cuarenta y cinco minutos.
Decididamente, registrase en facebook tiene sus ventajas.

3 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

¡Excelente retrato Caro! Me gustó!
besos

Pilar dijo...

Igual que yo!!
No, en serio, buenísimo.
:)

Anónimo dijo...

Tremendamente agradecida, mis queridas.

Abrazo