miércoles, 14 de mayo de 2014

Leyenda de la mano más famosa – Héctor Ranea


¡Ojo con la mano que se mece! Así reza un proverbio pomerano que, traducido al cartaginés fue luego importado a las llanuras del Gólgota y ahí los padres fundadores de “Biblia Inc.” lo pusieron en mano, valga la redundancia, de un famoso personaje de historietas que la mecía y fue severamente perseguido por tamaña ofensa y castigado acordemente por los otros personajes de esa compañía, que se unieron en su repudio. El recipiendario de la mano quedó tan mal luego de la golpiza que debieron maquillarlo con cremas indelebles y ahora ahí está, colgado como títere de cada consultorio de psicólogo o psicóloga. Así que las manos entraron a tallar fuerte en la compañía esa, se transmitió de padres a hijos la maldición pomerana y la aversión a la mano que se mece. Pero en Pomerania se olvidaron del dicho, porque descubrieron que lo escribió un relojero que quería zafar de hacer un reloj con manecillas en lugar de las consabidas agujetas y no sabía dónde ponerse los dedos de esas manos. En fin, cosas de la arqueología.

Sobre el autor: Héctor Ranea

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