martes, 12 de agosto de 2014

El hámster - Rafael Blanco Vázquez



- Yo nunca pensé que la vida sería esto.
- Pues yo siempre pensé que sería esto.
- ¿Y a quién se le ocurre pensar que la vida será esto o lo otro en vez de esperar que la vida sea lo que sea?
- Pero la vida es lo que es según nuestro pensamiento.
- Pero ese pensamiento lo va modelando la vida.
- Pero pensar y vivir van de la mano.
- Pero se estorban.
- Pero el estorbo hace avanzar, ¿qué sería de la vida sin obstáculos?
- Yo conozco a un tipo que vivió sin estorbos y avanzó igual, de la cuna a la tumba.
- Pero la vida no es ir de la cuna a la tumba. Yo conozco a un tipo que nació en la calle y murió en un coche.
- Tú eres tonto, chaval.
- Eso es lo que tú piensas.
- No, eso es la vida misma.
- ¿Una vida sin pensamiento? Yo a veces tengo pensamientos sin vida.
- Los pensamientos son como la vida, no siempre es fácil distinguir a los vivos de los muertos.
- Eso es puro pensamiento. ¿Por qué no vives un poco?
- Déjame pensarlo.
- Pero mientras piensas vives.
- Estamos encerrados en una columna de aire. Salgamos de aquí.
- Socorro, auxilio, ¿quién nos ha robado el mes de abril?
- Qué lindo pensamiento esconde esa pregunta. Mi vida cobra todo su sentido.
- La vida no tiene sentido, pero nuestros pensamientos le otorgan uno.
- Pero la vida les va quitando sentido a los pensamientos.
- Pues vale, pero yo quiero ser pensado en vida.
- Todos somos el pensamiento de alguien que sin pensarnos no vive.
- Mi madre me llama mi vida. ¿Podría llamarme mi pensamiento?
- Podría, si no fuera porque es tonta, como tú.
- Así es la vida. ¿Pero quién nos convierte en tontos, nuestra vida, nuestros pensamientos o los pensamientos de los demás acerca de nuestra vida y nuestros pensamientos?
- Me cago en mi vida sólo de pensarlo.
- La verdad es que esto no es vida.
- ¿Te imaginas que antes de vivir pudiéramos pensárnoslo dos veces?
- Nos pasaríamos la vida a las puertas de la vida.
- Y como no sabríamos lo que es la vida diríamos que sí por curiosidad y estaríamos en las mismas.
- Di vida y vencerás, decía Julio César.
- ¿Ves como eres tonto?
- Puede ser, pero la vida es movimiento.
- No, la vida es pensamiento.
- Pero el pensamiento se mueve.
- Dando vueltas sobre sí mismo.
- Pero eso no le impide tener ritmo.
- ¿Te gusta el ritmo?
- Me gusta el ritmo.
- Pero el ritmo y el blues van de la mano.
- Pues entonces cantemos un blues.
- Un, dos, tres.

Ven acá nena
Y échame los brazos al cuello
Déjame sin resuello
Y dime que te da pena
Mi indiferencia

Ven acá hermosa
Y bésame sin parar
Abre mi cuerpo de par en par
Y dime que te da cosa
Tu impertinencia

Yo quisiera entregarme a ti
Yo quisiera vivir sin mí
Pero no puedo
Eso sí tú ven y bésame
Y dime que tienes fe
En tu remedio

Ven acá linda
Y bebe un whisky conmigo
No escuches lo que te digo
Sólo espera hasta que me rinda
Santa paciencia.


Acerca del autor:   Rafael Blanco Vázquez

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